En una entrevista de Vicente Verdú a Wole Soyinka , publicada ayer, 29 de agosto, en El País Semanal , descubrimos la relación del primer Premio Nobel africano de Literatura con las Matemáticas.
Wole Soyinka nació en Abeokuta (Nigeria) en 1934 y recibió el Nobel de Literatura, el primero para un escritor africano, en 1986.
En 1967 pasó 27 meses en una cárcel por su oposición al régimen dictatorial y militar que gobernaba su país. En 1994 huyó de Nigeria. En la actualidad, Soyinka, convertido en un símbolo de la democracia y de la liberación de las poblaciones oprimidas, viaja por todo el mundo e imparte clase regularmente en Los Ángeles. Su obra, escrita fundamentalmente en inglés, se inspira en los mitos y en las tradiciones tribales, si bien emplea formas occidentales.
“En la cárcel no me permitían leer ni escribir y recurrí a las matemáticas” -dice Soyinka - "Estuve 27 meses en la cárcel de los cuales 22 incomunicado. Lo más difícil de soportar fue que no me permitían ni leer ni escribir. No tenían papel ni lápiz, estaba prohibido.
Pero luego me dije: ¿Qué más puedo hacer para ejercitar el cerebro? Y pensé: Matemáticas. En el colegio las odiaba. En cuanto pasaba de curso tiraba el libro de matemáticas por la ventana. Para mí eran una verdadera tortura.
Pero en la cárcel pensé: Voy a retomar esa asignatura que tanto odiaba. Y no fue una tortura, sino que me resultó fascinante. Me di cuenta de algunos aspectos estéticos de las matemáticas que tanto me frustraban en el colegio.
La forma que tienen las ecuaciones y la relación de esas formas matemáticas, que traducen el triángulo, el rectángulo, el rombo, el círculo, etcétera, a meros principios matemáticos. Me pareció fascinante.
Así que recuperé lo que me gustaba de las matemáticas, llegué a recordar todas las fórmulas, y me puse un montón de ejercicios, la ley de las permutaciones y combinaciones, ecuaciones algebraicas. Las ecuaciones de segundo grado no las podía hacer sin un libro, pero por lo menos llegué a dominar las algebraicas… Me llevó días recordarlas, así que el tiempo se me pasaba volando.
Por ejemplo, me despertaba por la mañana e intentaba acordarme de la ley de las permutaciones, es decir, cuántas combinaciones puedes hacer con seis elementos distintos. Al trabajar sin ayuda, me llevaba días, y era siempre un proceso de ensayo y error".
Dibujaba rayas en la pared, en el suelo… Todo ello me ayudaba a tener la mente ocupada. Más tarde conseguí hacer una pluma y tinta a base de café, y seguí experimentando todo tipo de subterfugios que se me ocurrían y desarrollaba a través de un proceso muy lento.
Partirás al amanecer es un libro autobiográfico en el cual Soyinka rememora su vida de escritor y activista político, desde sus días de estudiante en Gran Bretaña, su lucha constante, a veces desde la prisión o desde el exilio, contra la sucesión de dictaduras en Nigeria, contra la humillación y la corrupción de una sociedad sometida al poder militar.
Editado en español en RBA en 2010
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