La semana pasada la Editorial Demipage presentó el libro Cien mil millones de poemas, como homenaje, en el 50º aniversario, a la obra Cent mille milliards de poèmes de Raymond Queneau
Raymond Queneau escritor y matemático francés nació en 1903 en Le Havre, murió en París en 1976.
En 1924 tuvo su primer encuentro con los surrealistas. Su relación con André Breton , Jacquet Prévert, Georges Duhamel e Yves Tanguy contribuyó de manera decisiva a su vocación literaria.
Aunque su filiación al surrealismo no fue muy duradera ya que Raymond Queneau inició una evolución más personal, que se caracterizó por la tendencia a tomar el lenguaje como elemento de experimentación formal y que le hizo inclinar hacia un pensamiento matemático de la literatura. Queneau utilizó la matemática para trabajar la palabra como estructura aritmética y de intercambio lo que le llevó a alejarse del surrealismo.
Su pasión por las matemática, los enigmas y los juegos estratégicos, le sirvió para construir mundos científicos imaginarios que el denominaba “patafísicos” como en Les temps mélés (1941) y Saint Glinglin (1948).
Pero es con Ejercicios de Estilo (1947) cuando alcanza el culmen de esta forma de literatura, en ella se presenta hasta 99 formas distintas de contar un suceso simple y cotidiano ocurrido en un autobús, relato que sorprende al lector y que es difícil de clasificar dentro de la literatura.
Como matemático, participó en el colectivo Nicolás Bourbaki, en concreto en la elaboración de los Elementos de la Historia de las Matemáticas.
En 1960 creó el grupo OULIPO ( OUvroir de LIterature POtentielle, Taller de Literautra Potencial), grupo que contempla la introducción de las estructuras matemáticas en la creación literaria y cuya intervención era explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.
A este grupo pertenecieron los escritores Italo Calvino y George Pérec.
Este movimiento se caracterizó por la estrecha colaboración entre matemáticos y literatos. Dos de sus fundadores, Raymond Queneau y François le Lionnais eran matemáticos, entre las incorporaciones posteriores destacamos a la catedrática de la Universidad de Estrasburgo especialista en Geometría Simpléctica Michêle Audin.
Para OULIPO la matemática es cultura en sí misma, como objeto y como construcción abstracta del pensamiento generadora de lenguajes para la ciencia, o como materia prima de técnicas capaces de revolucionar todo tipo de campos.
OULIPO no genera normas artísticas, sino procedimientos de creación como la matemática.
"La idea era la de inventar nuevas formas poéticas o novelescas, a través de un intercambio de técnicas entre matemáticos y escritores" . Numerosas personas en la actualidad, sin pertenecer de manera oficial al Taller, generan literatura oulipiana y han escrito sorprendentes textos sujetos a constricciones de tipo matemático.
CIEN MIL MILLARDOS DE POEMAS
La semana pasada la Editorial Demipage presentó el libro Cien mil millones de poemas, como homenaje , en el 50º aniversario de la obra mítica Cent mille milliards de poèmes de Raymond Queneau publicada por la Editorial Gallimard en 1961
Cent mille milliards de poèmes es la obra más representativa del Taller de Literatura Potencial (OULIPO), colectivo de poetas y matemáticos que investigaban nuevas formas de creación.
En Cent mille milliards de poèmes se proponen 10 sonetos, cuyos versos son combinables, al estar cada uno en tiras distintas y que permiten hasta 100.000 millardos de combinaciones posibles, 100 millones de millones de sonetos distintos.
Todos los poemas obtenidos son auténticos sonetos, las estructuras gramaticales de los poemas origen son idénticas, isomorfas, lo que hace que todos los poemas distintos que se obtienen tengan sentido.
Este libro se considera una máquina de hacer sonetos.
Con este motivo, 10 autores y poetas de la élite de la literatura hispana homenajean a Raymond Queneau creando cada uno un soneto con la misma estructura y rima para dar lugar a este mismo número de combinaciones, es decir 10 elevado a la 14 sonetos distintos, y “dar vida a este objeto imposible” que ya constituye una joya de la literatura contemporánea.
Los encargados de firmar este libro son: Jordi Doce ; Marta Agudo; Fernando Aramburu; Rafael Reig; Pilar Adón; Julieta Valero; Javier Azpeitia; Santiago Auserón; Francisco Javier Irazoki; Vicente Molina Foix.
CURIOSIDADES DE CENT MILLE MILLARDS DE POÉMES
1.- ¿Es correcto el título?
El hecho de que en francés se utilice la palabra milliard para mil millones da sentido al título. Lo curioso es que la Real Academia de la Lengua Española admite el término millardo para mil millones desde 1995, por ello no comprendemos que el título del libro publicado, la semana pasada, sea Cien mil millones de poemas cuando debería ser cien mil mlillardos de poemas, el título sacrifica la exactitud semántica en aras de la analogía fonética con el libro francés.
2.-¿Cuántos poemas se forman y cuánto tardariamos en leerlo todos?
En Cent mille milliards de poèmes, Queneau escribe 10 sonetos, que se imprimen sobre 10 páginas –uno por página–, y los 14 versos se recortan en tiras. De esta manera, se puede hojear el libro y encontrarse leyendo el primer verso del tercer poema, seguido del segundo verso del octavo, del tercero del primero, etc.
Son Cien mil millardos de poemas, porque hay 10 elecciones para el primer verso, 10 para el segundo y así hasta el decimocuarto verso, por lo tanto 10 elevado a 14 que es lo mismo que la unidad seguida de 14 ceros, o 100.000 veces mil millones es decir, cien mil millardos o también 100 billones de poemas.
Leerlos todos supondría, más de un millón de siglos de lectura, como calcula el propio Queneau.
Contando 45 segundos para leer un soneto y 15 segundos para cambiar las tiras, 8 horas de lectura al día, 200 días de lectura al año, se tiene para un millón de siglos de lectura.
Todos los poemas obtenidos tienen sentido, porque Queneau los compone siguiendo unas determinadas reglas: se trata de un libro-objeto, con el que cada persona tiene la posibilidad de combinar por si misma los versos para componer su propio soneto.
Queneau consolidó su popularidad con el libro Zazie dans le métro con el que obtuvo un obtuvo un importante premio por su humor negro, y fue llevada a la gran pantalla al año siguiente por el gran director de cine francés Louis Malle.
Raymond Queneau como Jorge Luis Borges nos muestran la dificultad de enfrentarse con el infinito, incluso con las mejores herramientas: la poesía y las matemáticas.
( En recuerdo a Rodrigo López Carrillo, gran conocedor de la obra de Queneau y con quien "compartí" su tesis doctoral sobre Zazie dans le métro)
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Esta entrada participa en la edición 2.9. de Carnaval de Matemáticas de diciembre de 2011.
En estaedición el blog anfitrión es Que no te aburran las m@tes
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La perspectiva matemática en Sabbioneta
Hace 5 horas
2 comentarios:
¿Existe modo de adquirir el libro?
Me interesaría muchísimo
Muy interesante artículo. Yo conozco los Ejercicios de estilo y también ojeé el otro día los "Cien mil millones de poemas", una iniciativa muy interesante (y arriesgada editorialmente). Enhorabuena por la entrada y un saludo.
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