Usted no podría tener un teléfono móvil en su bolsillo sin el matemático Thomas Kailath. Gracias a sus investigaciones se dio el paso decisivo en la miniaturización de los chips.
Thomas Kailath, nacido en Pune (India), en 1935, ocupa en la actualidad, la cátedra de Ingeniería Hitachi de la Universidad de Stanford, California.
En el otoño de 1957, el matemático T. Kailath recibió el encargo, en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), de programar un gran ordenador IBM . Su misión era idear nuevos caminos matemáticos para hacer más potentes los ordenadores.
Décadas después, Kailath lograría, mediante el desarrollo matemático, romper una barrera histórica en la miniaturización de los chips. La barrera de los 100 nanómetros. Hasta hace unos años, se creía que las características más pequeñas que se podían grabar en un chip eran de 100 nanómetros ( un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro) ahora el límite está en 32. Y sigue bajando.
"Cuanto menor es el espacio entre los transistores de un microchip, mayor número de ellos se puede incluir, con lo que aumenta su potencia", dice Kailath.
El 19 de enero de 2010 se le concedió el premio de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2009, en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Su investigación permitió, en palabras del jurado, "fabricar circuitos integrados con componentes menores que la propia onda de luz usada para construirlos, el equivalente a trazar una línea más fina que la punta del lápiz empleado".
Gracias a su investigación se han podido construir chips más pequeños, con posibilidades de llevar billones de transistores y ser utilizados en teléfonos móviles. Eso significa que los móviles pueden funcionar como un ordenador. Que se pueden ver vídeos en ellos y escuchar música. Todo eso ha hecho posible los iPhone, con los que la gente disfruta y se comunica".
Thomas Kailath , acabados sus estudios en India , solicitó una beca al MIT y a la Universidad de Harvard. Ambas instituciones le admitieron. Pero, Kailath se decidió por el MIT. De ahí dio el salto a la Universidad de Stanford, cuna de Google y Facebook, de la que ha sido profesor en activo hasta hace ocho años y continua ligado a la docencia.
Desde 1976 tiene nacionalidad americana.
Kailath cuenta que la investigación que le llevó a obtener el premio de la Fundación BBVA partió de un reto que le propuso en 1990 un famoso matemático estadounidense, Louis Auslander. El Gobierno de Washington, preocupado por la superioridad de la industria manufacturera de Japón, estaba dispuesto a invertir grandes sumas en superarla. Eso le permitió a Kailath obtener un contrato para investigar en la industria de los circuitos semiconductores. Un terreno en el que nunca había entrado.
Además de dedicarse a la investigación, y a la docencia, fundó dos o tres empresas con gran éxito, siguió siendo profesor de la Universidad de Stanford. Y los beneficios los invirtió en varias ONG auspiciadas por su esposa, hoy fallecida. El importe del premio obtenido irá a las fundaciones benéficas que montó con su esposa Sarah para apoyar la educación de gente sin recursos y ayudar a las mujeres".
La perspectiva matemática en Sabbioneta
Hace 3 días
1 comentario:
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